Ya hemos hablado anteriormente de las ventajas del porteo y de las opciones que tenemos en los meses más calurosos, hoy vamos a hablar de qué accesorios nos ayudarán a pasar los meses más fríos.
En primer lugar os comento que nuestro abrigo siempre va encima de la mochila o portabebé, esto lo hacemos por dos motivos, uno de comodidad, el bebé irá apoyado sobre nuestro pecho o espalda mucho más cómodo si lo hace sobre una sudadera o jersey que sobre un abrigo, además nosotros también tendremos mejor movilidad y el segundo motivo es que podremos regular la temperatura del bebé quitándonos el abrigo si, por ejemplo, entramos en una tienda o en el metro.
¿Qué ropa debe llevar el bebé dentro de la mochila?
Yo recomiendo un buzo fino y flexible, ya sea polar o merino y debajo su ropa normal, pensad que van pegados a nuestro cuerpo por lo que su necesidad de abrigo (y la nuestra) es menor, además en movimiento nosotros desprendemos más calor corporal y es importante que los bebés no suden en invierno si queremos que no se pongan malos a menudo.
La parte que queda fuera del portabebé o mochila son las piernas, y ahí sí que podemos poner algún tipo de refuerzo, además os habréis fijado que al sentarse en la mochila se les sube el pantalón, dejando a veces el tobillo al descubierto, nosotros recomendamos las botitas de piel de oveja que tienen un calcetin extralargo que llega hasta la rodilla, impidiendo así que se salgan todo el rato.
Para los días más fríos puedes optar por un abrigo de porteo o un cobertor, que cubrirá la mochila o el portabebé donde no llega nuestro abrigo, pueden ser de forro polar o imperbeables o las dos cosas. Lo bueno de los cobertores 3 en 1 que tienen una pieza polar y otra impermeable es que se pueden usar separadas, por lo que la parte impermeable la podremos usar aunque no haga frío en días de viento o lluvia.
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