Llevo sin actualizar el blog desde agosto y, aunque parezca incoherente, es una buena noticia. Era una buena noticia. Significaba que después de muchos meses duros volvíamos a despegar, volvíamos a ser una tienda alegre, llena de cosas útiles, interesantes y originales. Y esta semana, de repente, todo se ha nublado. Y ha sido de repente, aunque llevamos semanas oyendo hablar del dichoso virus no fue hasta el lunes que los acontecimientos empezaron a escalar, a precipitarse tan rápido que tardaremos algunos días en asimilarlo. Por si alguien anda aún despistado o acaba de salir de un confinamiento similar al de los concursantes de OT o Supervivientes, desde ayer estamos cerrados, en principio el cierre fue voluntario, auqnue a última hora de la tarde la Comunidad de Madrid decretó el cierre obligatorio de todos los comercios a excepción de farmacias y tiendas de alimentación hasta el día 26 de marzo, coincidiendo con la vuelta de la actividad educativa. El cierre es muy duro para todos los pequeños comercios, bares, restaurantes, peluquerías... pensad en teatros, actores, cocineros, todos los que no cobramos si no hay trabajo, todos los que tenemos todo invertido en nuestros negocios, todos los que tenemos deudas contraídas que vencen en los próximos días, los que en unas semanas tienen que pagar las nóminas de los trabajadores. Pensad en nosotros cuando todo acabe y volved a esos lugares de confianza, esos que no os gustaría ver desaparecer, esos que a día de hoy no saben si podrán volver a abrir sus puertas el día 26 o cuando las autoridades lo permitan.
Esta cuarentena va a servir para que comprobemos cómo serían nuestras ciudades sin sus pequeños comercios, sin sus locales singulares, no permitamos que esa sea la imagen definitiva en unos meses.
Echo de menos en todas las declaraciones institucionales, junto a las restricciones y medidas para parar el virus, los mecanismos para que millones de familias en España no se vean abocadas a la ruina en unas pocas semanas. La salud es lo más importante, el apoyo a los sanitarios y a las personas que garantizan nuestra seguridad y abastecimiento, a las limpiadoras de centros sanitarios y hospitales, a los operadores de los teléfonos de emergencia, a los camioneros de impiden el desabastecimiento de las ciudades, a farmacéuticos, y a todos los que se me olvidan que seguro que son muchos, es fundamental y desde luego prioritario, pero calmar la incertidumbre económica de más de 3 millones de españoles no puede dejarse para luego, porque los recibos seguirán llegando en estas dos semanas de cierre y nadie va a rellenar esas cuentas bancarias a final de mes.
Vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano por volver a la normalidad pero vamos a necesitar mucha ayuda.
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